domingo, 24 de enero de 2010

LO QUE SEMBREMOS COSECHAREMOS
Profr. Evaristo Velasco Álvarez

En todos los hogares de Aguascalientes, provocado por las inclemencias del tiempo momentáneo, las personas se apretujan y se frotan las manos porque el frío de estas oleadas últimas les lastima y les cala hasta la médula de sus huesos.
Sin embargo los agricultores, los hombres del campo, los que conocen la promesa del tiempo, los que conocen que después de este intenso frío, llegará la primavera. Saben que ahora es el tiempo de limpiar nuestra parcela; es el tiempo de arrancar las hierbas de las opiniones que no nos sirven para lograr nuestros propósitos; esos propósitos que hicimos en los últimos días de diciembre, cuando con vehemencia “decidimos” cambiar y realizar un sin fin de actividades que nos llevarán a la cima de nuestras aspiraciones. Los agricultores saben que este es el tiempo en el cual se deberá arrancar la maleza, esa hierba que impedirá que la siembra se logre, porque no le dejarán crecer. De la misma manera, debemos arrancar la maleza de las malas influencias de sus personas que sólo nos lastiman y nos ahogan con sus burlas, con sus desagraciadas palabrerías. Dirán: “¿A poco de verdad vas a dejar de comer chicharrón y menudo? ¡Pero si siempre haz sido un tragón…!; o: “¡Pero si tú siempre haz sido un fracasado!” También saben que los parásitos y plagas serán acabados con el frío y agradecen al Gran Arquitecto del Universo por esta bendita temporada de fríos. Igualmente, nosotros debemos aprovechar esta temporada para acabar con los parásitos que han estado viviendo de nuestra dejadez y nuestra falta de actividad y nuestra actitud. Todos esos parásitos que revolotean alrededor de la luz de nuestra existencia, porque ellos carecen de luz propia; aquellos que no dejan de intentar dirigir nuestra existencia, indicándonos lo que debemos y lo que no debemos hacer. ¿Pues quiénes se han creído que son, para erigirse como nuestros mentores o nuestros directores? Es tiempo pues, de renovar de verdad nuestras acciones y nuestras actividades, conservando las que a nuestro juicio nos sirvan, y desechando las que ya no nos servirán. Es tiempo de conservar las amistades que nos comprenden y nos ayudan y desechar las que sólo nos llenan de angustia y de ruidos mentales innecesarios. Y pongamos de inmediato MANOS A LA OBRA, desoyendo los gritos y los aspavientos de aquellos que ni son exitosos, ni intentan mejorar y que se conforman con la mediocridad de la comodidad de su STATUS QUO. Avancemos con alegría y decisión hacia el logro de nuestras metas y objetivos. Y dejemos que el mundo ruede. Mexicanos decididos; hombres y mujeres deseosos de mejorar; ciudadanos iluminados con la luz de la esperanza; determinación pero con acción puesta en juego de inmediato; sueños acompañados con la puesta en práctica de lo que nos llevará al triunfo y la seguridad de que el Gran Arquitecto del Universo nos ha dotado con la fuerza necesaria para lograr nuestros anhelos, si somos lo suficientemente fuertes y perseverantes. Sólo así seremos un pueblo que busque el triunfo y la felicidad para ¡que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com

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