viernes, 1 de mayo de 2015

Día del Trabajo



Algo que vale la pena contar


 
Alberto Boardman
"Lo que ha de ser.... que sea", se escuchaba decir a Victoriano Huerta al contemplar a más de 20 mil trabajadores que desfilaban aquella mañana del 1 de mayo de 1913.  Los obreros organizados de nuestro país, se manifestaban exigiendo el derecho a una jornada laboral de 8 horas y un día de descanso semanal. Para la prensa internacional, aquella demostración de fuerza superó la marcha que por los mismos motivos se había realizado paralelamente en Londres.

Ya desde hacía algunos años, un 1 de mayo pero de 1886 en los Estados Unidos había comenzado la lucha por los derechos laborales. Huelgas y confrontaciones habían generado desestabilización y el sacrificio de los llamados “Mártires de Chicago” (Engel, Fischer, Parsons y Spies), que terminaron sentenciados a la horca por empuñar las banderas del derecho laboral.  En consideración a estos hechos, el 1 de mayo de 1889 se declaró de manera internacional el “Día del trabajo”. Curiosamente los Estados Unidos en un afán por desvincular los hechos trágicos ocurridos, optaron por mover la celebración de este día trasladándolo al primer lunes del mes de septiembre. Pero en México, ese 1 de mayo de 1913, la “Casa del Obrero mundial” fue el punto de partida de una de las manifestaciones más numerosas y exitosas que recuerda la historia mexicana. A las once de la mañana partieron rumbo al centro de la ciudad con las pancartas “¡Exigimos jornada diaria de ocho horas!”  “¡Descanso dominical!” “Ni odio de razas, ni división de credos, para el trabajador no hay más patria que el mundo, ni más religión que la justicia social!” Antonio Díaz Soto y Gama, Epigmenio Ocampo y Jacinto Huitrón, entre otros, animaron la protesta con sendos discursos en el Hemiciclo a Juárez. José Colado hizo entrega de un pliego petitorio a una comisión de diputados representada por don Heriberto Jara.  A las banderas rojas, por idea de Jacinto Huitrón, se les añadió una mitad negra en señal de luto por los mártires de Chicago, siendo que esta iniciativa por entero mexicana, fue replicándose con el paso del tiempo hasta llegar a transformarse en el símbolo de huelga y defensa laboral prácticamente a nivel mundial. Lo que ha de ser, que sea… y así fue. Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.

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