Emilio Chuayffet y otros libaneses
Augusto
Hugo Peña D.
Sobre Emilio Chuayffet y otros libaneses. Bien lo dijo
López Mateos: “El hijo de libanés que no le es leal a la patria de sus padres
nos da el derecho de dudar de su lealtad hacia México, porque quien traiciona
sus raíces y orígenes le es fácil traicionar a cualquier nacionalidad o credo.” Emilio ChuayffetChemor es el actual
secretario de educación en el gobierno de Peña Nieto; ha sido diputado,
senador, gobernador del estado de México y ha ocupado un sinnúmero de puestos públicos
y de su partido el PRI, ¿Cómo –me pregunto- un tipo harto en incapacidades ha
escalado a tan altos puestos es nuestro gobierno?
La clave, raíz y respuesta a
este cuestionamiento, está en sus orígenes, me explico: Chuayffet es hijo de un
matrimonio de libaneses, de gente trabajadora y sobre todo, poseedora de una
tradición ancestral, tribal diría yo, que se finca en la teoría de que los
hijos deben superar a los padres; superarlos en bonhomía, preparación y en
todas sus capacidades pero sin olvidar sus rasgos característicos que son el
fortalecer –a cualquier precio- el núcleo familiar, característica que
considero es lo más valioso y destacable de los libaneses, razón por la que en
cualquier país y bajo cualquier régimen, condición sociopolítica y económica,
han sobresalido del promedio de los habitantes del país en donde vivan.
El que Emilio Chuayffet se haya desviado
del camino trazado por las tradiciones familiares, se entiende con claridad: él
como muchos hijos de libaneses, al conocer a sus compañeros de universidad,
vástagos de políticos y funcionarios públicos mexicanos, se percataron que
estos –los vástagos y sus familias- vivían como potentados sin hacer un gran
esfuerzo; derrochaban recursos pecuniarios escandalosamente y
ello-principalmente esto- hizo que Chuayffet y decenas de hijos de libaneses,
optaran por entrar al negocio de la cosa pública -a la política y
administración pública- y así, renunciando a sus tradiciones de hombres de
trabajo, honestidad y empresa, se dedicaron a lo que en México se conoce como
la política, sin serlo realmente. Así como los camaleones se mimetizan en el
medio ambiente, los libaneses tienen ese plus, el de poder convivir amablemente
en cualquier medio, con cualquier gente y a cualquier nivel social, también
obtienen la fortaleza monolíticadel núcleo de su familia, eso los convierte en
personas que destacan por arriba de la media estadística, ¿pero qué sucede
cuando este tipo de personas invaden el ámbito de la política?... ¿pierden
acaso sus principales características? No, las afinan, las encaminan a la
acumulación de capital pecuniario y de poder, pero pierden su bonhomía porque
entraron a un ámbito en donde los principios y escrúpulos estorban; arribaron a
un medio en donde las malas costumbres como el robo, el engaño, la mentira y
las promesas incumplibles, son los pilares en donde se sustentan la política,
los políticos y los funcionario públicos, y entonces, para aparentar decencia y
sapiencia, se vuelven entes cínicos y pierden todo rasgo de vergüenza. Eso
sucedió con Emilio Chuayffet y con otros libaneses de origen como Mercedes Juan
López, Juan Antonio MeadeKuri.Breña, Pedro JoaquinColdwell y Jesús Murillo
Karam, por mencionar a algunos dentro de las muchas decenas como ellos que
viven de la cosa pública. Puse de ejemplo a Emilio Chuayffet porque
en agosto 18 entraron a la escuela 26 millones de alumnos de preescolar,
primaria y secundaria en el país, y más de 6 millones –el 25%- lo hicieron a
escuelas sin paredes ni techos, con pisos de tierra y techos de láminas de
cartón; a casa y edificios improvisados, a camiones, vagones de trenes y carpas
de circo improvisadas como aulas escolares. El Censo de Escuelas, Maestros y
Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) señaló que miles de niños y
adolescentes regresarán a planteles educativos con pisos de tierra, sin luz ni
agua. Que 6,489 escuelas carecen de agua; que 15, 415 escuelas tienen que
acarrear el agua hacia el plantel; que 18,581 planteles funcionan sin
electricidad; que 20,447 no tienen baños y que 82,651 no tienen drenaje. ¿Y que
hace al respecto Chuayffet? Nada, porque su incapacidad rebasó sus capacidades
y el único plus que le queda es el del discurso demagógico y una retórica
escandalosa, vacía y cínica, convirtiéndolo en un fardo que tiene que llevar a
cuestas Peña Nieto, y en una carga onerosa para todo el país. ¡AH!... pero que
no nos quepa la menor duda, él en lo particular se está enriqueciendo hasta el
infinito y más allá, convirtiéndose en el BosLastYear del gabinete. O, ¿usted
qué opina, apreciable lector?
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