miércoles, 6 de agosto de 2014

Columna



Cigarros en farmacias
Javier Cassio
Vender cigarrillos en las farmacias es legal. Lo garantiza la libertad de comercio, determinada constitucionalmente en el Artículo 5. Habría que discutir el aspecto moral. Un lugar que vende productos para restaurar la salud, no puede también vender artículos que la puedan dañar.
En ambos casos se vende la potencialidad de un efecto. No todas las medicinas surten los efectos esperados y no todos los cigarrillos provocan cáncer de garganta o pulmón. Pero la ironía parece evidente.
El pasado 5 de febrero la mayor farmacia de Estados Unidos anunció que dejaría de vender cigarrillos. La medida fue aplaudida por el presidente Obama, en una clara muestra de doble moral. El presidente tiene problemas para alejarse del vicio de fumar. Filosóficamente su declaración es políticamente correcta. El bien común de no tener cigarrillos en la farmacia es mayor que un problema personal de abstinencia.
Con más de mil 200 superfarmacias en operación, Farmacias Guadalajara (FG) en México es el equivalente de la cadena CVS Caremark, las farmacias que decidieron dejar de vender cigarrillos en EU. Igual que la mayoría de las farmacias en el mundo, el modelo económico de FG incluye la venta de diversas mercancías, productos que no se relacionan de cerca con el cuidado de la salud. El piso de venta de FG está dedicado en su mayor parte a perfumería, abarrotes, refrescos, carnes frías, fotografía, electrónica, vinos y artículos de hogar como detergentes y limpiadores.
En sentido estricto FG no es una farmacia, sino una tienda de conveniencia mediana que sucede vender mercancías al fondo de su local. El acomodo del piso es conveniente, al estilo de los supermercados en los cuales los artículos de primera necesidad se encuentran después de transitar por pasillos enteros de artículos suplementarios. En ese sentido, está plenamente justificado que expendan productos nocivos para la salud, de acuerdo a la leyenda que por ley las cajetillas de cigarros deben ostentar.
La decisión de CVS de dejar de vender cigarrillos, se estima, le evitará dos mil millones de dólares en ventas al año. Dañarse la salud es caro en cualquier parte del mundo. Sin embargo, la cadena CVS reportó en 2012 ventas totales de 123 mil millones de dólares, cifra en la cual dos mil millones es solamente una pequeña raspadura. La compañía decidió dejar de vender cigarrillos para convertirse en surtidor de cuidados de la salud, ofreciendo también pequeñas clínicas en sus unidades y consejos de salud para ayudar a los clientes que los visitan.
El ejecutivo en jefe de CVS declaró que “tenemos 26 mil farmacéuticos y enfermeras –en nuestras farmacias,- ayudando a los pacientes a manejar problemas crónicos como colesterol alto, alta presión sanguínea y enfermedades cardíacas, todas las cuales están relacionadas con fumar. Llegamos a la decisión de que vender cigarros y proporcionar cuidado de la salud no van juntos en el mismo escenario”. ¿No van juntos en el mismo escenario? ¿Quién se está fijando en restricciones morales al hacer transacciones comerciales?
Una de las definiciones del sexenio del presidente Felipe Calderón fue encaminar las políticas relativas al cuidado de la salud. Fue el sexenio en donde se dio a conocer la exorbitante cifra de sobrepeso que tenemos. Se dijo que tenemos el primer lugar en obesidad infantil y el honroso segundo lugar (medalla de plata / subcampeón) en obesidad adulta. Los obesos tenemos la posibilidad de poner en jaque al sistema de salud, y por lo mismo, se prohibió la venta de comida chatarra en las escuelas.
Por otro lado, las enfermedades relacionadas con el tabaquismo también cimbran desde sus cimientos las instituciones de salud pública en México. El gobierno responde con aumentos de precios. La última vez que pregunté, una cajetilla de cigarrillos Marlboro costaba $45, con lo cual algunos fumadores debían desembolsar hasta 800 pesos por mes para satisfacer su dosis de nicotina, alquitrán y contaminantes varios de la salud. Pero vender cigarrillos en las farmacias permanece legal y protegido por la Constitución.
Las razones por las que las farmacias deberían dejar de vender productos son éticas y morales. Razones del tipo que le impedía a Farmacias Guadalajara vender productos anticonceptivos. Hasta 2006 –entiendo que por razones relacionadas con la religión católica de los dueños,- en FG no se podían comprar condones, pruebas de embarazo o píldoras anticonceptivas. Lo inherente a un embarazo no deseado (no importa qué tan indeseado) es la vida. En cualquier cáncer, está la muerte.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en México cada día mil 200 niños menores a dieciocho años fuman por primera vez un cigarrillo. Se calcula que 400 continuarán siendo fumadores diarios. Muchos de esos niños morirán prematuramente debido a enfermedades relacionadas con fumar.
Entiendo que en México se prohíba la venta de cigarrillos a menores de edad. Lo que no entiendo es que adquirir una caja de cigarrillos –y dejarlos olvidados al alcance de los niños- sea tan fácil para los adultos.
Comentarios, dudas, aclaraciones:     javiercassio@gmail.com

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