Las mafias están incrustadas en el
gobierno: lo dice Felipe Calderón
Augusto
Hugo Peña D.
Si el
gobierno de México no se aplica para pagar las deudas, interna y externa del
País, sin vender los recursos energéticos, la salida al problema, será la de un
levantamiento armado
Aunque
usted no me crea, el fantasma de Agustín de Iturbide todavía ronda por las
pasarelas del poder en México; Agustín Carstens es su último heredero según tengo
noticias. Es sabido que Iturbide no tuvo hijos pero adoptó a un niño por
aquello de tener a quién heredar el trono del Imperio Mexicano; de la familia
que ese heredero formó proviene Carstens, hoy gobernador del Banco de México y,
antes, miembro del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, de donde
han llegado para gobernarnos, hacer y deshacer nuestra economía, Miguel de La
Madrid, Carlos Salinas, Martín y Alejandro Werner, Moisés Schuartz, Santiago
Levi, Jaime Zabludovsky y Mario Gabriel Budebo, entre otros. Todos ellos
instruidos por el consenso de Bretton Woods para dirigir nuestras finanzas y
hundir a nuestro país en una deuda impagable para someternos a los designios de
Washington, tal y como actualmente estamos comprometidos. La política de
Estados Unidos hacia México ha sido la de someternos a base de las armas o de
la deuda, la que hoy, gracias a la imbecilidad de Felipe Calderón se ha vuelto
impagable y por ello nuestro futuro está desgraciadamente hipotecado a los
intereses de EEUU. La clase política de México dejó de ser y estar al servicio
de los mexicanos: de Miguel de La Madrid hasta Enrique Peña Nieto, seis
sexenios, se ha convertido en vil servidumbre de los intereses de Washington;
por ello nuestros problemas no cesan y se acrecientan al grado que a nuestros
políticos no les ha quedado margen de actuar y solo piensan en conservar el
poder aunque para lograrlo, tengan que vender los recursos de nuestro país para
mantener sus privilegios con mando y poder. Peña Nieto en su campaña prometió
mejores salarios, mayor crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto), un
bienestar para la sociedad superior a los doce años pésimos del panismo que
gobernó. Sin embargo, en su primer año de gobierno ha demostrado no poder
cumplir sus promesas, y nos ha hundido aún más en la miseria e inseguridad, que
Fox y Calderón dejaron. Por este hecho, Calderón ha hecho público que las
mafias, los cárteles de las drogas y delincuentes de toda laya, se están
apoderando de nuestras instituciones, y en parte tiene razón, solo que oculta
que durante su gobierno, esas mafias y delincuentes, ya se habían apoderado de
nuestras instituciones. Ignoro a qué carteles de drogas y a cual delincuencia
organizada se refiere Felipe Calderón al hacer sus comentarios, porque en la
realidad las peores organizaciones criminales operan dentro del gobierno
federal e incluso dentro del Congreso de la Unión; estas mafias ya tienen el
control de nuestro país y lo mueven a su antojo y conveniencia. Los grandes
empresarios mexicanos al servicio de las trasnacionales son, a mi criterio, las
peores mafias que azotan al país porque imponen sus condiciones, sean estas
laborales, educativas, políticas o fiscales; ellos siempre logran sus
cometidos, y estos jamás son favorables al pueblo, a las masas, a más del 90%
de los mexicanos; las reformas laboral y energética lo muestran. Otras mafias y
organizaciones criminales, se han ligado al PRI, al PAN y al PRD de los
Chuchos, y por ello no ha habido crecimiento, ni desarrollo o progreso en
ningún rubro de nuestra economía este año 2013. Para crecer hay que empezar del
punto en el que nos encontramos y las únicas salidas son: 1) seguir
sacrificando a la población hasta que las deudas, externa e interna se paguen,
y eso está en chino, o, 2) por medio de un levantamiento armado que dé fin a
tanta corrupción y a su madre putativa, la impunidad imperante. Hay muchas voces de analistas serios que
apuntan a eso, y hay unas cuantas que ven la solución de nuestros problemas de
forma más pacífica: haciendo lo que los argentinos en su patria, organizando
protestas multitudinarias con cacerola en mano hasta que los tiranos escuchen,
se avergüencen y se larguen. Esta idea no aplica para México porque no somos
argentinos, porque nuestros gobernantes no tienen vergüenza, y porque ellos
lucharán para seguir en sus puestos y seguir usufructuando los bienes de nuestra
nación, entonces… ¿Qué camino le dejan al pueblo para paliar su miseria? O,
¿usted qué opina apreciable lector?
E-mail ah.pd@hotmail.com
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