miércoles, 27 de noviembre de 2013



Las mafias están incrustadas en el gobierno: lo dice Felipe Calderón‏
Augusto Hugo Peña D.

Si el gobierno de México no se aplica para pagar las deudas, interna y externa del País, sin vender los recursos energéticos, la salida al problema, será la de un levantamiento armado
Aunque usted no me crea, el fantasma de Agustín de Iturbide todavía ronda por las pasarelas del poder en México; Agustín Carstens es su último heredero según tengo noticias. Es sabido que Iturbide no tuvo hijos pero adoptó a un niño por aquello de tener a quién heredar el trono del Imperio Mexicano; de la familia que ese heredero formó proviene Carstens, hoy gobernador del Banco de México y, antes, miembro del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, de donde han llegado para gobernarnos, hacer y deshacer nuestra economía, Miguel de La Madrid, Carlos Salinas, Martín y Alejandro Werner, Moisés Schuartz, Santiago Levi, Jaime Zabludovsky y Mario Gabriel Budebo, entre otros. Todos ellos instruidos por el consenso de Bretton Woods para dirigir nuestras finanzas y hundir a nuestro país en una deuda impagable para someternos a los designios de Washington, tal y como actualmente estamos comprometidos. La política de Estados Unidos hacia México ha sido la de someternos a base de las armas o de la deuda, la que hoy, gracias a la imbecilidad de Felipe Calderón se ha vuelto impagable y por ello nuestro futuro está desgraciadamente hipotecado a los intereses de EEUU. La clase política de México dejó de ser y estar al servicio de los mexicanos: de Miguel de La Madrid hasta Enrique Peña Nieto, seis sexenios, se ha convertido en vil servidumbre de los intereses de Washington; por ello nuestros problemas no cesan y se acrecientan al grado que a nuestros políticos no les ha quedado margen de actuar y solo piensan en conservar el poder aunque para lograrlo, tengan que vender los recursos de nuestro país para mantener sus privilegios con mando y poder. Peña Nieto en su campaña prometió mejores salarios, mayor crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto), un bienestar para la sociedad superior a los doce años pésimos del panismo que gobernó. Sin embargo, en su primer año de gobierno ha demostrado no poder cumplir sus promesas, y nos ha hundido aún más en la miseria e inseguridad, que Fox y Calderón dejaron. Por este hecho, Calderón ha hecho público que las mafias, los cárteles de las drogas y delincuentes de toda laya, se están apoderando de nuestras instituciones, y en parte tiene razón, solo que oculta que durante su gobierno, esas mafias y delincuentes, ya se habían apoderado de nuestras instituciones. Ignoro a qué carteles de drogas y a cual delincuencia organizada se refiere Felipe Calderón al hacer sus comentarios, porque en la realidad las peores organizaciones criminales operan dentro del gobierno federal e incluso dentro del Congreso de la Unión; estas mafias ya tienen el control de nuestro país y lo mueven a su antojo y conveniencia. Los grandes empresarios mexicanos al servicio de las trasnacionales son, a mi criterio, las peores mafias que azotan al país porque imponen sus condiciones, sean estas laborales, educativas, políticas o fiscales; ellos siempre logran sus cometidos, y estos jamás son favorables al pueblo, a las masas, a más del 90% de los mexicanos; las reformas laboral y energética lo muestran. Otras mafias y organizaciones criminales, se han ligado al PRI, al PAN y al PRD de los Chuchos, y por ello no ha habido crecimiento, ni desarrollo o progreso en ningún rubro de nuestra economía este año 2013. Para crecer hay que empezar del punto en el que nos encontramos y las únicas salidas son: 1) seguir sacrificando a la población hasta que las deudas, externa e interna se paguen, y eso está en chino, o, 2) por medio de un levantamiento armado que dé fin a tanta corrupción y a su madre putativa, la impunidad imperante.  Hay muchas voces de analistas serios que apuntan a eso, y hay unas cuantas que ven la solución de nuestros problemas de forma más pacífica: haciendo lo que los argentinos en su patria, organizando protestas multitudinarias con cacerola en mano hasta que los tiranos escuchen, se avergüencen y se larguen. Esta idea no aplica para México porque no somos argentinos, porque nuestros gobernantes no tienen vergüenza, y porque ellos lucharán para seguir en sus puestos y seguir usufructuando los bienes de nuestra nación, entonces… ¿Qué camino le dejan al pueblo para paliar su miseria? O, ¿usted qué opina apreciable lector?

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