Mi Columna
No todo es mágico
Por Carlos
Robles Nava
Los llamados “Pueblos Mágicos” existentes en el País,
reciben aportaciones económicas de la federación para crear nueva y mantener la
infraestructura existente, al igual que una serie de obligaciones que les
permite a esas comunidades a ser calificados como tales y seguir beneficiándose
con los dineros que son etiquetados a fondo perdido, es decir, no pagaderos en
ningún caso, pero eso sí que se apliquen para las acciones y programas a que
fueron etiquetados y que no es otra cosa que mantener una buena imagen en pro
del turismo nacional e internacional. Además de incluirse en otras muchas
obligaciones, deben contar con un buen señalamiento de las áreas hoteleras, así
como de los museos con que se cuenta, los lugares de mayor interés e
importancia, limpieza de sus calles y muy especialmente de los puntos a que se
invita a ver a los visitantes.
Independientemente de lo anterior, en el pasado
mes de septiembre del año pasado, en el Diario de la Federación, se publicaron
más y nuevos requisitos para tener acceso a los recursos económicos federales y
es ahí en donde no menos de dos, al menos es el caso de Coahuila, de los cuatro
pueblos mágicos con que se cuenta, que están “entrampados” y no encuentran
forma de cumplir con los nuevos requisitos, pero también con las obligaciones
anteriores a las condiciones establecidas en septiembre del 2014. Entre esas
nuevas obligaciones hay que presenta nuevos reglamentos actualizados de
Desarrollo Urbano, de Protección Civil, Servicios de Salud Municipal y Proyecto
Turístico Municipal. Una vez que se presenten los requisitos instituidos
recientemente, la Secretaría Federal de Turismo otorgará la recertificación que
será a partir de ya la constancia y documentos necesarios e indispensable para
seguir recibiendo dineros federales a efecto de mantener la buena imagen del o
los “Pueblos Mágicos”. De acuerdo a lo expresado por las autoridades turísticas
federales, por mucho tiempo y no pocos “Pueblos Mágicos” de las distintas
Entidades de la República, no dejaron de recibir recursos de la Federación,
pero sin realizar mejoras y ni cumplir con lo esencial pedido por la Secretaría
de Turismo de la Federación, fallando predominantemente en mantener una buena
señalización de las áreas hoteleras, al igual que de los puntos de mayor
importancia de cada ”Pueblo Mágico” a visitarse por los turistas. La nueva
obligación o sean los documentos a presentar para la recertificación está
causando dificultad para dos “Pueblos Mágicos” de Coahuila y que son el
de Parras de la Fuente y Arteaga, siendo el primero mencionado en haber sido
declarado oficialmente como tal hace 11 años o sea en el 2004. Sucede que tanto
Arteaga como Parras de la Fuente, sus autoridades locales no se preocupan mucho
por mantener realmente como “mágico” a su pueblo, siendo bastantes las
obligaciones incumplidas como el no tener adecuadamente señalizadas las áreas
hoteleras, lugares de mayor importancia, etc, así como los puntos de mayor
interés e importancia.
También adolecen de pésimos servicios primarios como es
la limpieza, alumbrado y pavimentación que son renglones de mucha atención que
observan los visitantes y que reflejan descuido, dejadez e indiferencia, no
siendo corresponsables a los recursos económicos que se les hace llegar y que
en general los gobiernos municipales de los “Pueblos Mágicos” olvidan y son
apáticos a tener una comunidad digna a ser calificada y considerada como
“mágica”. Las exigencias del gobierno federal, solo tienen como motivo y razón
el que no se olvide que todo tiene que ser recíproco, pues si bien es cierto
que se les apoya con millones de pesos para dar una imagen y reflejo positivo a
los turistas, los apoyos no son gratuitos, sino tienen como fin principal el de
estimular y alentar a que sean visitados por más gente connacional y del
extranjero. Deben estar conscientes y plenamente convencidas las autoridades de
los “Pueblos Mágicos” de Coahuila que la “magia” obliga y compromete porque de
lo contrario no serán recertificados. (www.intersip.org)
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