martes, 24 de marzo de 2015

COLUMNA



A la cargada
fidencio treviño maldonado    
Las propagandas políticas están a unas cuantas hojas o números del calendario y una vez que estas lleguen no hay poder humano, sobrenatural o celestial que sea capaz de pararlas.  Los políticos de antaño le llamaban ¨ LA CARGADA ¨ y era cuando todos a una voz se iban con el ganador, es decir el designado por palomeo, dedazo y al final por sistema de costumbre y que por décadas fue el partido llamado Institucional, ahora poco o nada ha cambiado al menos en la mayoría del territorio nacional en donde sigue dominando el PRI y la otra decena  de partidos políticos siguen con la copia del mismo juego de la democracia que les enseño y ha prodigado el PRI. La CARGADA es sin duda tener la certeza de que su candidato va a ser el triunfador, que sus promesas al menos con los más cercanos y al menos la tercera parte si serán llevadas a cabo. La CARGADA  es echarle toda la carne al asador, es ir con todo, estar presente en los mítines, ser arropado  por seguidores incondicionales,   es defender las promesas de su candidato, tener su banda, su club, su asociación, su agrupación, su cofradía, sus porras y desde luego la comisión de aplausos en cada presentación que el candidato y su comitiva lleven a cabo; Esa es ir a la CARGADA. Dentro de la casta de los políticos existen miles de refranes y todos van dirigidos a los verdaderos seguidores y creyentes de los diferentes partidos--No pido pan, sólo que me pongan donde hay--, con que le vaya bien a mi compadre me conformo ---lloviendo parejo, todos nos mojamos--dedazo dado, ni Dios lo quita--con él nos vamos--muchos no nos podemos equivocar, él es el bueno --nomas ponga la hora y el lugar nosotros lo buscamos--. A esos dichos le siguen cientos y eso es parte de la CARGADA, aunada la cancioncilla ridícula que cada candidato usa como lema de su campaña. Para desgracia del país y de los ciudadanos en particular, desde que los políticos se montan en el tren constitucional e institucional, las fuerzas vivas del pueblo mueren, porque se hace lo que se ordena, no lo que el ciudadano deberá de hacer. El torbellino de las cadenas políticas y electorales arrastra al hombre a llevar su propia comedia humana, a ver su miseria levantada por el viento de las campañas e intereses mezquinos de los políticos, irse de juerga para jugar con los sentimientos  de los demás, porque si algo es farsa en este país es la política, sus miasmas, sus disfraces, sus promesas incumplidas y su indolencia ante los problemas del país. Aquella obra del gran Moliere llamada  "El tartufo " es sin duda lo actual, el engaño presente, la farsa, la simulación y cientos de epítetos que reflejan la CARGADA que siguen la brillantez y la exuberancia de las campañas a la vuelta de la esquina y que asechan como lobos, sólo que disfrazados de mansas ovejitas y algunos hasta con los ojos aborregados piden misericordiosos el voto.  pues una vez más están ante nuestros ojos  las deslumbrantes campañas, sugestivamente estremecedoras y derrochadoras, ya que por cierto con un costo muy especial CARGADAS  como siempre al bolsillo del pueblo. La verdad somos unos irremediables miserables y hasta nos hacemos los ignorantes o  los tontos, no protestamos por el gasto tan terrible que se hace en las campañas en donde dos o tres monopolios ganan y sin embargo nos asustamos  y hasta los secretarios de diversas dependencias lo notan y señalan ; el precio del huevo ..¿ O acaso los huevos del pueblo mexicano ya están muy devaluados y cuestan más los de las gallinas ..? se los dejo de tarea...sugerencias y comentarios ; kinotre@hotmail.com      

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