jueves, 10 de julio de 2014

COLUMNA



Mi Columna
Hay les va sin costo
Por Carlos Robles Nava
“Cuántas veces ha tenido frente a usted a un familiar, amigo o conocido y la mayor parte del tiempo de la cita concertada, se la dedica su amistad o pariente, contestando el celular o móvil” ?
¿Nos hemos esclavizado y convertido rehenes de la modernidad y tecnología actual que todo lo hace por nosotros y motiva que ya no pensemos y echemos andar la maquinaria del cerebro, porque para todo recurrimos a la computadora, calculadora, la table o, volvemos a lo mismo, al indispensable para millones de seres humanos, del celular que nos está haciendo más dependiente e inútiles?
Es cierto y lo reconozco en lo personal que el internet es la maravilla jamás imaginada después del “nacimiento” de los celulares tras el primer alunizaje de los norteamericanos que fueron los pioneros en pisar el suelo de la luna.
La obsesión del celular está ya más metida en los chiquitines convirtiéndose en el mejor regalo que se pueda hacer a una chamaca o chamaco de cinco años para arriba, un celular que es común ver a las y los chavalines de estos tiempos con la mamila o chupón en la boca y el celular colgado en la pechera del pantalón o vestido o faldita de la niña y en infinidad de ocasiones con una table en sus manos y operándola.
Es bueno, más no sano mentalmente, que las pequeñitas y pequeñitos, sepan manipular y operar una table como un celular, aunque esa obsesión de la que somos responsables los padres en general, sea mamá o papá, está arrastrando y llevando a la inutilidad a nuestras hijas e hijos menores de edad.
Soy un convencido de que los mejores tiempos que hemos vivido los humanos, es el de nuestro momento o época, por lo que rebato que los tiempos idos son mejores que los del presente.
Todo depende de lo que nosotros los adultos permitamos a nuestras hijas e hijos y como cada vez nos alejamos más de ellos, el problema de enajenación del celular, computadora y otros aparatos modernos, se va apoderando de los descendientes más jóvenes.
En días pasados, viaje con viejas amistades y a lo largo de 4 horas, uno de los cuates recibió y contestó el celular, aproximadamente 50 veces, parte de las llamadas telefónicas y otra para responder textos, llamadas y el ahora de moda whatsapp.
Cuatro horas si Pitágoras no falla, son 240 minutos, lo que significa y representa algo así como un uso del celular en cualquiera de los casos, cada 6 minutos, total es el problema personal de mi estimado cuate, simplemente viene al caso por la dependencia y la esclavitud a que nos está orillando los tiempos de la computación y la tecnología en a comunicación..
En días pasados, acudí a un restaurante de Saltillo a un compromiso relacionado con mi trabajo y me dio mucho gusto, además de que es el primero del que me doy cuenta que lo hace, en la servilleta o mantel de papel que colocaron en la mesa, me encontré esta agradable y ejemplar novedad.
El mantel o servilleta, en su extremo derecho y parte inferior, tiene marcado con una línea negra un espacio que simula es lo que se estima ocuparía de espacio un teléfono celular.
En el interior de este espacio, textualmente se lee: “ Si colocas tu celular aquí sin levantarlo durante el tiempo que estés en la mesa, podrás acceder a la mejor aplicación  que te permite además de compartir el tiempo, disfrutar de una deliciosa comida en compañía de tu familia y amigos y lo mejor de todo, sorprenderte con tus cinco sentidos”.
Felicito y mi reconocimiento a ese restaurante por lo acertado de su consejo, aunque sean pocos los que entienden e interpretan su consejo que lo remata con dos palabras cuando habla de lo sorprenderse con sus “ CINCO SENTIDOS”, los que de una y otra forma hemos perdido totalmente alguno y parcialmente otros, porque no hay nada tan bello en la vida que tener vigentes nuestros CINCO SENTIDOS y que no se han estropeados por una table, celular u otro de los modernísimos aparatos que se han pegado como calca y chicle en las nuevas generaciones, así como algunos de las generaciones pasadas que disfrutaron las épocas de no dependencia de un celular o table.(www.intersip)

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