domingo, 14 de junio de 2015

COLUMNA



Peña, Amlo y “El Bronco”: recuento del 7 de junio
Rubén Olvera Marines
En Los Pinos pareció no disgustarles demasiado el arribo de “El Bronco” a la gubernatura de Nuevo León. El triunfo del de Galeana, “fue producto de la reforma política que impulsó el Presidente Peña”, aseguró el vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez. Los distinguidos vecinos de la colonia San Miguel Chapultepec, en el D.F., concluyeron que mientras Nuevo León no quedara en manos del PAN, su más cercano rival, la figura del independiente refresca, e incluso legitima, un proceso electoral de suyo complicado. Al fin y al cabo, la señal que enviaron los electores neoleoneses es que la desconfianza envuelve a todo el sistema de partidos, y no a un partido en particular, el del Presidente. De ahí que las declaraciones del vocero presidencial respecto al triunfo de los independientes, tienen ese interesante aire de conquista democrática, más que de derrota electoral, y en donde la Presidencia jugó su papel como facilitador, por haber impulsado la reforma política. El PRI perdió un estado, pero el Presidente ganó en discurso. Quienes pretendan etiquetar a ganadores y perdedores a partir de las cifras electorales que arrojó la jornada del 7 de junio, colisionarán con una de las máximas de la política real: en política, las  victorias y las derrotas, ni son absolutas ni son para siempre.  Las cifras electorales son apenas un discreto indicador de los reacomodos políticos que se avecinan. Convendría observar los resultados no como el marcador de un encuentro deportivo, sino como un asiento contable, en donde algunos suman activos y otros pasivos rumbo a la batalla electoral de 2018. Por ejemplo, mucho se habla de la derrota que sufrió el PRD en manos de Morena en el D.F., y nos apresuramos a etiquetar a “Los Chuchos” como los personajes derrotados, cuando sabemos que ninguno de ellos, Zambrano, Ortega, ni el propio Navarrete, tienen posibilidad alguna para el 2018. En cambio, Miguel Mancera, cuyas aspiraciones presidenciales son cada vez más evidentes, sí absorbe los pasivos que el PRD acarrea desde Ayotzinapa, y que se acrecentaron el 7 de junio. René Bejarano lo ha descrito a la perfección: el resultado de la capital “no es una derrota de la izquierda, es una recomposición. Gana López Obrador y pierde Mancera”. ¡Qué chulada de análisis político! Tiene la razón el profe Bejarano, el de Macuspana, Tabasco, suma activos rumbo a 2018, no sólo los económicos que provendrán de las delegaciones que Morena gobernará, sino la atención mediática que a él tanto le agrada y fortalece. Por su parte, en el PAN, ya sea producto de una desatinada campaña mediática o de una inexacta selección de candidatos, la caída en la votación nacional se puede convertir en un pasivo que los Calderón, Margarita y Felipe, le cobren a Gustavo Madero en el próximo proceso para renovar la dirigencia nacional de ese partido. Ricardo Anaya, quien será el ungido por los Maderistas, se enfrentará a una Margarita Zavala, que desde la fallida campaña de Ernesto Cordero, hasta las recientes campañas para diputados y gobernadores, se ha dado a la tarea de recorrer el país, sumando activos con la militancia. Mientras tanto, en la sede del PRI parecen todavía no asimilar el enorme activo que significó ganar la mayoría relativa de la Cámara de Diputados, sobre todo después de acumular  uno de los años más difíciles que se recuerde para un Presidente, y agreguemos dos años de crecimiento económico discreto. No obstante que el Presidente Enrique Peña no le otorgó mayor importancia, la cúpula del PRI continúa sufriendo con la “espina clavada” que les dejó Nuevo León.“Es un priista de muchos años que se puso una camiseta de independiente y la gente se lo creyó”, acusa el senador Emilio Gamboa al referirse al triunfo de “El Bronco”. “Fueron los errores del gobierno estatal los culpables”, mencionó recientemente el también priista Joaquín Hendricks. ¿Y los votantes? Siento que para un partido como el PRI, el hecho de haber ganado la mayoría de diputados federales y el haber conseguido la proezade ganarle a Guillermo Padrés, en Sonora, debería ser suficiente para darle vuelta a la página de “El Bronco”. En realidad, su mayor preocupación, se encuentra en su propio partido, con alguien que sigue acumulando activos rumbo al 2018, Manlio Fabio Beltrones.
Su Opinión: olveraruben@hotmail.com


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