Los seis lados de la vaca
Augusto Hugo Peña D.
En México tenemos un grave
problema con la educación de los niños y jóvenes, su nombre es Emilio Chuayffet
Chemor. Precisamente es el Secretario de Educación. ¿Por qué? Primero, porque
Chuayffet Chemor en toda su carrera “política” ha tentaleado a tontas y locas,
y porque hoy, como titular de la Secretaría de Educación, nos deja ver a un
ruin funcionario público, al que nadie eligió, deshacer el sistema educativo
nacional que antes le permitía a los niños y jóvenes desarrollarse según sus
propias experiencias, expectativas e imaginación.
Hoy, este gobierno, con este
pésimo secretario, pretende acartonar y encasillar al estudiando en un sistema
híbrido de educación que para lo único que prepara a los niños y a los jóvenes
es a estar prestos a servir a un patrón y a no desarrollarse según sus
aspiraciones, oportunidades, expectativas e imaginación. ¿A qué viene el cuento de “Los
Seis Lados de la Vaca”?, a que en los años ochenta, en Francia –aún lo hacen-
le encargan a los niños, de entre 9 y 10 años, desarrollar su imaginación sin
acotamientos de ninguna especie: son
libres de expresarse y así lo hacen ante el respeto de los maestros gracias a
un sistema educativo tradicional y de vanguardia a la vez. Me explico: En el Museo
Pedagógico de París hay una pieza emblemática de la originalidad y la
creatividad infantil. Es un texto escrito por un niño de diez años que dio
vuelta al mundo, antes de convertirse en uno de los tesoros de ese museo. Al parecer, la escuela le encargó
escribir acerca de un ave o un mamífero, y esto fue lo que hizo: “El pájaro del
que voy a hablar es el búho. El Búho no ve de día y de noche es más ciego que
un topo. No sé gran cosa del Búho, así que continuaré con otro animal que voy a
elegir; la vaca.
La vaca es un mamífero y tiene seis lados, el de la izquierda,
la derecha, el de arriba y el de abajo. El de la parte de atrás tiene un rabo
del que cuelga una brocha. Con esa brocha se espanta las moscas para que no
caigan en la leche.” “La cabeza sirve para que le
salgan los cuernos. Y además la boca tiene que estar en alguna parte. Los
cuernos son para luchar con ellos. Por la parte de abajo tiene la leche. Está
equipada para que se pueda ordeñar. Cuando se le ordeña la leche viene y ya no
se va nunca. ¿Cómo se las arreglará la vaca? Nunca he podido comprenderlo. Pero
cada vez sale con mayor abundancia.” “El marido de la vaca es el buey,
el buey no es mamífero. La vaca no come mucho pero lo que come lo come dos
veces, así que ya tiene bastante, cuando tiene hambre muge, y cuando no dice
nada es que está llena de hierba por dentro. Sus patas llegan al suelo. La vaca
tiene el olfato muy desarrollado, por lo que se puede oler desde lejos, por eso
es por lo que el aire del campo es muy puro.” Este texto se escribió en los
años 80, pero este tipo de bellezas se pueden encontrar en cualquier escuela
donde los niños se expresen con libertad y no se les enseñe temor y vergüenza
por los “errores”.
Estas expresiones hartas en
belleza, jamás serán tomadas en cuenta en un México en donde el Secretario de
Educación es el funcionario público más maleducado y además un tramposo que no
para en mientes con tal de seguir ordeñando al erario como si fuese una vaca.
Cosa curiosa que hay que tomar en cuenta: los padres de Emilio Chuayffet Chemor
son de Líbano, y en Líbano el sistema educativo es el mismo que en Francia,
¿por qué este tipo quiere a fuerza que los maestros se sometan a sus designios
o a los de un sistema retrógrado, como el que les quiere imponer a los
maestros? Porque estos a su vez someterán a los niños y a los jóvenes a este
sistema que, reitero, solo sirve para que el estudiando se someta al servicio
de un patrón, perdiendo su libertad, imaginación y desarrollo individual. O,
¿usted qué opina, apreciable lector?
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