lunes, 10 de septiembre de 2012

NECEDAD SIN RAZÓN = ESTUPIDEZ


Profesor Evaristo Velasco Álvarez

La necedad puede ser una alta virtud, cuando el necio tiene la razón, cuando lo que necea es cierto y tiene forma de comprobar dicha verdad. Se le puede perfectamente equiparar a la tenacidad, a la tozudez, a la perseverancia… Pero cuando dicha necedad ni es verdadera, ni es sustentada en realidades completas, se convierte en la peor estupidez.
Porque quien exige sin fundamentación completa está medio diciendo la verdad, pero medio diciendo la mentira, y por ello no puede reconocerse como cierto lo que se expresa. Con palabras necias y sin una fundamentación total podemos encontrarnos por miles a los locos, a los orates que deambulan en las plazas públicas gritando su verdad.
En la Alemania nazi, en altavoces y a través de la radio, los de inteligencia pregonaban que Alemania iba ganando la guerra y que los aliados, poco a poco iban cediendo terreno; por eso, al llegar los aliados a Berlín y bombardear esta hermosa ciudad, el pueblo no podía creerlo. Habían repetido tantas veces la mentira, que para ellos era una realidad.
Así pretenden hacerlo los que creen que ganaron y atribuyen su fracaso a “irregularidades que cometieron los demás”, sin aceptar que el pueblo no los quiere, y pretenden exigir lo que no les otorgó el voto ciudadano, con acciones que les presenta de cuerpo entero, acciones que afectan al mismo pueblo al que pretenden convencer.
La primera y mejor oportunidad que tuvieron fue la contienda electoral de 1988, cuando el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano contendió para presidente de la república y que perdió por pocos votos. Pero desde entonces, los grupos de la izquierda (que no todos, porque existen sus honrosas excepciones), han venido realizando actividades deleznables, como: plantones, marchas interminables, concentraciones (en ocasiones multitudinarias), etc.
Y cada vez que han competido, el pueblo los ha colocado en su lugar, que no es el primero, y les ha concedido espacios para que expresen su verdad en la tribuna, pero no han logrado el triunfo; y así, Andrés Manuel López Obrador, en un manipuleo de quienes militan en la izquierda, ha venido presentándonos sus sin razones por las que él debe gobernar; y el pueblo diciéndole que no con el voto.
¿Qué será muy difícil entender que el pueblo tiene derecho de escoger, y ya escogió? Que no sea la necedad la que caracterice a los mexicanos, puesto que nos puede llevar a la estupidez. Mejor es que reconozcamos nuestros alcances, nuestras limitaciones; y comprendamos que el pueblo tiene siempre la razón. Si así lo hacemos, seguramente veremos ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com

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