martes, 16 de abril de 2013

Chuayffet en Cuernavaca

Wenceslao Vargas Márquez

En agosto de 2002, el presidente Fox estableció por decreto el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. ¿Qué ha pasado con la evaluación en los estados libres y soberanos de nuestra república federal? Muy poco o nada:

En el estado de México el ex gobernador Peña Nieto, promovió la creación del Instituto de Evaluación Educativa del Estado de México (IEEEM) mediante Acuerdo del 30 de enero de 2007, el cual responde a la necesidad “del gobierno y de la sociedad mexiquense, de contar con un órgano especializado que coordine y articule las actividades de evaluación del Sistema Educativo Estatal”. En Nuevo León, con fecha del 30 de diciembre de 2005 se publica en el Periódico Oficial del estado, el Decreto por el cual se crea la Ley del Instituto de Evaluación Educativa de Nuevo León. Chiapas, hacia 2009, hizo lo propio para evaluar la calidad del Sistema Educativo Estatal. En noviembre de 2012, con el propósito de evaluar la calidad de los servicios educativos, que presta el Gobierno de la ciudad de México, la diputada Priscila Vera Hernández anunció que propondrá la creación del Instituto de Evaluación Educativa del Distrito Federal. Y prácticamente hasta allí. Ninguno de los objetivos, funciones y facultades de estos pocos institutos estatales comprende valorar la permanencia o no de maestros ni de resolver quiénes serán titulares de las plazas vacantes del magisterio que se generen en cada estado. ¿Y el estado libre y soberano de Veracruz? Repasemos: En enero de 2013, Manuel Arellano, líder de la Sección 56 del SNTE informó en distintos momentos que junto con otros sindicatos magisteriales estatales propusieron al gobierno de Duarte de Ochoa, el establecimiento de un Instituto de Evaluación Educativa de Veracruz, “como ya lo cuenta el Estado de México”. A mediados de febrero (sábado 16), el Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SDTEV), a través de su líder estatal Enrique Cruz Canseco, desde Acayucan, anunciaba la creación de instituto y avisaba que el lunes 18 de febrero se reuniría con el secretario de Educación Adolfo Mota. Decía un diario que Cruz Canseco comentó que los dirigentes de los 16 sindicatos estatales “tuvimos una reunión con el gobernador del estado, Duarte, con los diputados federales y senadores de extracción priísta (cursivas mías), a quienes los secretarios generales reunidos ahí, les pidieron su apoyo en la Casa Veracruz, para que como en el Estado de México, se tenga un órgano estatal de Evaluación conformado por maestros, no por gente ajena a la educación”. Como se ve, el tema no es nuevo. Se ponía en la agenda cuando ya estaba resuelta la reforma educativa impulsada por Peña Nieto, el Pacto por México y el nuevo PRI. El sábado 16 de marzo, desde Paso de Doña Juana, ante integrantes del grupo hegemónico interno (Equipo Político) de la Sección 32 del SNTE, el ejecutivo veracruzano mencionó la creación del Instituto Estatal para la Evaluación de la Educación de Veracruz cuando que aún no queda debidamente establecida la ley reglamentaria del Instituto Nacional que resolverá vacantes magisteriales por la vía de los concursos de oposición. Con base en el discurso pronunciado en Playa Juan Ángel, se supone que este instituto veracruzano sí entraría a valorar la permanencia o no de maestros veracruzanos y a resolver quiénes serán titulares de las plazas vacantes del magisterio. Así lo mencionó el titular del ejecutivo según notas de prensa. ¿Por qué ocurre esto? ¿hacia dónde va la reforma educativa en la reglamentación secundaria? Hacia dejar –en buena medida- la carga de la decisión de la permanencia en el trabajo a los gobiernos de los estados. Lo adelantó el secretario Emilio Chuayffet el 7 de marzo reciente ante la Conferencia Permanente de Congresos Locales (COPECOL) en Cuernavaca: “en la determinación de quién ingresa al magisterio o quién asciende a los cargos de dirección y supervisión, cómo realizar concursos públicos, deben considerarse las autoridades locales, y se los anuncio, así lo estamos visualizando para la legislación secundaria”. Dijo el secretario de Educación Pública Chuayffet ante la COPECOL en Morelos: “En cuanto al ingreso y a la promoción no hay problema, todos lo sabemos, el problema también todos lo sabemos es la permanencia. ¿Qué vamos a hacer con un maestro que se sujete a una evaluación y no califique? Se le va a dejar en su encargo, pero hay quienes críticamente dicen, y no necesariamente ha sido el sector público, no, la evaluación tiene que tener consecuencias jurídicas. Sí las va a tener; el maestro que repruebe la evaluación no va a ser corrido, va a ser sometido obligatoriamente a cursos de capacitación. Eso es lo que tenemos que hacer, preparar a los maestros, no separarlos de su encargo”. Lejano está el mensaje del mismo funcionario de diciembre de 2012 tan tajante como agresivo: “El que repruebe se va”.
El discurso de Chuayffet ante la COPECOL se halla íntegro en el sitio oficial de la SEP: la decisión de la permanencia del trabajador docente va a tomarse sustancialmente en los estados.



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