EDITORIAL

Al maestro con cariño

“No se dónde radique el mayor mérito de un maestro;
si en darlo todo a cambio de nada, o a partir de la nada
crearlo todo”: Leonardo.

Amigos maestros, nuevamente, el día quince de mayo, Día del Maestro, el pueblo y gobierno rindieron homenaje a los maestros de México. Pero, se les rinde un homenaje en verdad justo a los maestros que han sabido ver en cada niño, en cada joven una nueva oportunidad para el futuro, para sí mismos, para su familia, para la patria y para la humanidad?


Nos unimos a ese homenaje para los maestros:


A los maestros que brindan a sus alumnos conocimientos y valores que los ayudarán un día a ser útiles ciudadanos, pero que saben que la educación es mucho más que eso, que no se supedita a un saber hacer, sino que es, sobre todo, un saber ser, pues la educación es el medio que hace posible vivir la vida de un modo diferente.
A los maestros que en su trabajo diario en sus aulas, en sus comunidades, con los padres de familia, no olvidan que muchas veces el ejemplo educa más que la palabra.
A los maestros, que además de enseñar las primeras letras, se esmeran en crear en los alumnos los buenos hábitos, sabedores que éstos son esenciales para hacer de ellos gente de bien, seguros de sí mismos y sobre todo crearles valores éticos que a lo largo de su vida les serán de beneficio.
A los maestros que desempeñan su apostolado en las zonas de mayor marginación, en las abruptas serranías, en los desiertos, en la selva, pero que se esfuerzan por hacer de ese centro de trabajo el lugar más agradable al que pueden tener acceso los niños.
A las maestras, que sacrifican a diario a sus hijos, a sus esposos y familias, para atender otro tipo de hijos que también quieren y desean hacerlos hombres y mujeres de bien; a ellas que quizá nunca vean a sus hijos en los festivales escolares porque atienden a sus alumnos el mismo día; a ellas que llegan apenas a tiempo para realizar las labores hogareñas y ponerse a estudiar o a planificar su clase para el día siguiente.
A los maestros que ya no están entre nosotros, también hoy les rendimos homenaje, ya que se nos adelantaron en el camino, pero que dejaron huella de su labor ganando la batalla contra la ignorancia. A aquellos maestros rurales (mis respetos) que suplieron su escasa preparación con su enorme voluntad y entrega, y hago un reconocimiento a mis maestros que me señalaron el camino que aun orienta muchas de mis acciones.
Amigos maestros hoy rendimos un homenaje a todos aquellos que han asumido la gran responsabilidad de ser maestros. Porque díganme ustedes ¿qué mayor responsabilidad que actuar, no sobre las cosas, sino sobre las vidas, únicas e irremplazables?
Ser maestro es ser todo. Estoy convencida de que tener esa profesión, es la máxima aspiración que puede tener quien cree que la educación es el medio del perfeccionamiento humano.
Amigos maestros, tengan la certeza de que sus palabras y su ejemplo perdurarán en la memoria de sus alumnos, de que el esfuerzo de un maestro nunca es en vano.
Entonces, porque el 15 de mayo, en esos homenajes no se le valora tal cual debe ser. Por qué son tan mal pagados. Acaso los siguen considerando como profesionistas de segunda. No les importa que vivan bien. Que tengan una vivienda digna. Un sueldo decoroso?
Por qué el gobierno se empecina en pretender hacernos creer que los maestros reciben salarios justos por el esfuerzo que realizan cotidianamente por educar a una niñez y a una juventud mal alimentada, hacernos creer que las escuelas cuentan con los recursos necesarios para que los alumnos tengan una preparación eficiente.
Mientras no se les pague bien, los maestros siguen y seguirán subempleándose, seguirán vendiendo zapatos en abonos, hamburguesas, productos de belleza, ropa usada, manejando taxis, instalando puestos de tacos… es muy triste ver a un maestro desarrollando estas actividades.
El maestro que es un paradigma de virtudes, el maestro que es un símbolo en contra de la ignorancia, pero en fin…


Amigos maestros, en ese día tan especial, quiero felicitar a todos y a cada uno de los maestros de México. ¡Felicidades! (R.A.)