jueves, 1 de octubre de 2009



EL DESCARO DE LA OLIGARQUÍA
Profr. Evaristo Velasco Álvarez
Ser mexicano y no sentir la sangre que se nos agolpa en las venas por la indignación ante el descaro del señor Agustín Carstens, colaborador directo del actual presidente de México, es negar la nacionalidad.
No se puede ser mexicano y quedarse callado ante el abuso de una oligarquía que roba al pueblo al pretender imponer una carga tributaria como la que el señor Carstens ha mencionado en los medios de comunicación nacionales, mismos que a todas luces son un robo al pueblo.
No se puede ser mexicano y no gritar de enojo y elevar la voz e invitar a otros mexicanos a hacer lo mismo cuando vemos la frescura y desfachatez con el señor Carstens menciona que hace falta habilitar al gobierno con dinero porque ya se gastaron todo lo que había.
No es mexicano el que se queda callado ante este nuevo atropello, cuando es de todo el pueblo sabido que las grandes empresas no pagan los impuestos que debieran, con la complacencia de las autoridades.
No se puede ser mexicano y aplaudir hipócritamente esta barrabasada que el señor Carstens ha informado y que a todas luces es debido a la falta de capacidades de las autoridades al no saber cómo administrar los recursos de un país tan rico como el nuestro.
Definitivamente señor Carstens, no tiene usted ni tantito sentido común al pretender que esto lo acepte el pueblo. ¿Puede usted vivir con el salario “MÍNIMO” autorizado? ¡Claro que no! ¡Cómo va a vivir con esta infamia de salario si sus trajes son de casimir importado!
Pero señor Carstens, eso a usted le importa un bledo, porque lo que vemos que menos le importa es el pueblo y sus sufrimientos. A usted seguramente que ni el hambre, ni el frío, ni las enfermedades le hacen siquiera cosquillas.
¡Cómo quisiera decirle todo lo que mi pecho está deseando gritarle, señor Carstens, pero mi educación no me lo permite. ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com

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