Currente Cálamo
Adiós al Gobierno de la Gente
Por: Pedro Belmonte
Bueno, pues… Se acabó el sexenio del “gobierno de la gente”. Este miércoles 30 de noviembre, es el último día de Humberto Moreira Valdés quien, usted lo sabe, desde los primeros días de este 2011 se fue de la gubernatura para dirigir al PRI nacional, dejando en su lugar a Jorge Torres López a quien le heredó una encomienda muy difícil de cumplir y que por supuesto no cumplió porque era imposible. Me refiero a la tarea de justificar ante los coahuilenses y el país entero, la deuda de 34 mil millones de pesos que ya sumados los intereses, se elevó a 50 mil millones de pesillos.
Obvia decir que esta pesada herencia traerá consecuencias al nuevo gobierno que encabeza el hermano de Humberto, Rubén, y a los siguientes tres mandatarios coahuiltecas, porque según los cálculos y si Pitágoras no mentía, el pago de esta mega deuda deberá terminarse hasta el año 2031, si bien les va a los que tengan la oportunidad de ver este suceso en ese lejano año.
Y le decía que traerá consecuencias al nuevo gobierno primero porque los coahuilenses no están muy de acuerdo en que Humberto, el gobernador saliente, contratara a espaldas de la ciudadanía (y con documentación falsa) esa millonaria deuda pero sobre todo porque en este nuevo gobierno persiste la práctica de la no transparencia en el manejo de los recursos económicos, no importa que Rubén el gobernador haya declarado por ahí que habría orden financiero a lo largo de su mandato.
Por lo pronto la clase política coahuilense dedicará estos días a las felicitaciones, las lacayunas alabanzas y todo lo que gire en torno a la asunción del nuevo mandatario estatal, pero quienes hurgan a fondo en este asunto de la política, aseguran que viene pronto una andanada de parte del gobierno federal en busca de que se aclare lo del endeudamiento, pero más que eso, para aprovechar el momento electoral y bajarle de productos de gallina al PRI, a Peña Nieto y, por supuesto, a Humberto Moreira quien, se puede asegurar, no se va a ir liso de este affaire.
Pero volviendo al nuevo mandatario estatal, éste se va a encontrar con la cruda realidad una vez que pasen las fiestas de la asunción porque tendrá que resolver los problemas de un estado endeudado hasta las cachas, con un staff de funcionarios, algunos de ellos sin experiencia como para sacar la perra del agua (así decimos los científicos) pero lo más grave, con el descontento de gran porcentaje de coahuilenses, salvo los priístas -no todos- que siguen aplaudiendo al clan Moreira lo que han hecho, lo que hagan a futuro o hasta lo que dejen de hacer.
En la ceremonia de toma de protesta está anunciada la presencia del candidato del PRI a la presidencia de la república, el mexiquense Enrique Peña Nieto y, por supuesto, de su protegido, el líder nacional del tricolor, Humberto Moreira a quien, si su hermano Rubén el gobernador electo fuera inteligente, no lo invitaba porque la sociedad coahuilense está sumamente agraviada por el endeudamiento en que dejó sumidas las arcas estatales pero, principalmente, porque no ha dicho Humberto qué va a hacer para desagraviar a los coahuilenses.
En cuanta ocasión se le ha cuestionado a Humberto Moreira para que aclare lo del endeudamiento descomunal, se ha evadido, muchas de las veces con declaraciones simplistas y hasta matizadas con chistoretes y apodos a sus cuestionadores. Incluso, el mismo Peña Nieto ya declaró por ahí que Moreira deberá aclarar finalmente qué fue lo que se hizo con ese mundo de dinero y a las declaraciones del candidato tricolor, no ha habido respuesta o aclaración
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