CAFÉ

CAFÉ POLÍTICO
Ramón Betancourt 
INTERNAS
Ayer domingo se celebraron elecciones internas en el PRI y en el PAN para elegir candidatos a diputados locales y al presidente del Comité Directivo Estatal del blanquiazul en estas áridas, bellas y pujantes tierras coahuiltecas. No hubo sorpresas, si bien en el PRI ya estaba casi todo decidido, en el PAN –en Torreón— también hicieron la faramalla disque “democrática” cuando realmente prevaleció el nepotismo, amiguismo y demás ismos que han impedido que este partido avance en el país, en el estado y en la región lagunera. Por cierto, nos aseguran que en el PRI las elecciones estuvieron de cabeza.

VERO Y SHAM
La militancia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el municipio de Torreón celebró dos elecciones. La de los distritos VI y VII en dónde, por supuesto, ganaron Verónica Martínez García y Shamir Fernández. Vero triunfó sobre Servando Zárate Muñoz y Shamir pasó por encima de la humanidad de Amira Darwich (va a ser su suplente), quienes prácticamente la hicieron de paleros. Cabe destacar que Verónica y Shamir son dos exfuncionarios (Secretaría de la Juventud y Programa Oportunidades) que ya se habían desempeñado como diputados locales, tocándoles bailar con la más fea. Aprobar y convalidar la megadeuda que dejó Humberto por lo que este fuerte pasivo les dará fuertes dolores de cabeza a ambos priistas.

CASTAÑOS
En cuanto al VIII distrito local electoral, Leticia Castaños (en la foto) no compitió en virtud de que esta mujer grilla --del establo de Toño Juan Marcos-- será registrada por el Partido Primero Coahuila (PPC) que regentea el ex cacique de lo que antes fue el feo “Matamoros de los balazos”; es decir por el Profe Jesús Contreras Pacheco. La estrategia del PRI, para que algunos de sus aspirantes sean candidateados por otros partidos, tienen razón legal ya que en el remotísimo caso de que llegare a ganar las 16 diputaciones locales de mayoría (hace 3 años sí las ganó, pero ahora lo más seguro es que no), no tendría derecho ni a una diputación plurinominal. Las 9 posiciones pluris se repartirían entre los demás partidos políticos. De ahí que la doble estrategia del PRI de don David Aguillón es que su partido gane más curules al Congreso del Estado, por una parte. Y por la otra es que el demeritado partido comparsa como lo es el PPC, se allegue algunos votos para que conserve su registro. De lo contrario, desaparecería del mapa y el disminuido profe Contreras se quedaría sin chivos que entregar.
 
DON LUIS
Por lo que respecta al IX distrito local de esta ciudad, tampoco don Luis Gurza tuvo ayer litis electoral. El caso es que este apostata converso –loser man-- todavía no adquiere derechos dentro del PRI, por lo que será registrado por el Partido Verde Ecologista, aunque dicho registro se lo está disputando el Partido de la maistra, el Partido Nueva Alianza, hoy regenteado en Coahuila por el diputado Simón Vargas Jr. Es decir, tanto Lety Castaños como Luis Gurza irán en Coalición con el PPC y con el PVE y/o con el PANAL. Por cierto, el que Gurza se convierta en candidato del PRI, ha levantado cierta malquerencia y ojeriza en la militancia tricolor ya que muchos más que él, se sienten con derechos, militancia y talacha para ser tomados en cuenta. Cosa que su partido, el PRI, no hizo. Sin comentarios.

EL PAN
En el war room de enfrente, en el Partido Acción Nacional, cuyo músculo y brazo de choque son los fundamentalistas, los ayatolas panistas que conforman la organización ‘Participación Ciudadana 29’, también celebraron elecciones ayer domingo. Al igual que las dos elecciones priistas, hicieron la faramalla, la cháchara, el cotorreo de ser también “demócratas”, cuando ya estaba todo cocinado a favor de los alfiles de los jefazos del PAN en Torreón. Huelga señalar que en Torreón, de los 5 mil 500 militantes activos del PAN en Coahuila, se colocaron 9 mesas de votación para recibir a mil 700 miembros activos que se tienen registrados en los 4 distritos locales. De estos mil 700 panuchos acudió un 55% de la militancia, es decir, poco más de 900 militantes activos.

GARCÍA COLORES
Ahora bien, en el VI distrito nadie contendió porque el Comité Directivo Estatal del PAN va decidir, bajo el tristemente célebre vil dedazo, quien es el mero wearever toda vez que nadie quiere jugársela contra la priista Verónica Martínez porque ya se dan por perdidos. En el VII el sobrino consentido del diputado Memo Anaya, Fernando Macías Anaya le ganó a Iván Alvarado Fuentes, del grupo de JAPH. La consigna estaba dada. En el VIII, Jesús Ramón García Colores (no José, independiente, sobrino de Pepe García Triana, jefazo de la Conagua en el norte del país), le gana a Israel Navarro Aguilar. Y en el IX Luz Natalia Virgil Orona triunfa sobre Kaliope Rodríguez Magiras. Por cierto, el que arrasó en la elección para una diputación local plurinominal, fue el buen Chuy de León Tello. Es decir, no hubo extrañezas. El establo político de Memo Anaya se vuelve a imponer al grupo de Zermeño.

BERNARDO
En cuanto a la renovación de la dirigencia estatal del PAN, tampoco hubo sorpresas. Bernardo González Morales se impuso por 701 votos al exalcalde de Torreón, José Angel Pérez Hernández (el peor de los peores). 

Con este triunfo de una diferencia del 13% de la votación emitida, se confirma que Memo Anaya y su burbuja de sangre azul (senador Luís Fernando Salazar Fernández; el diputado federal Marcelo Torres Cofiño; el banqueado, hasta ahorita, Jesús De León Tello; el diputado local Fernando Gutiérrez Pérez), le ganaron otra vez el parpadeón al exembajador Jorge Zermeño; al respetado Juan Antonio García Villa; la senador Silvia Garza Galván; el diputado federal Mario Dávila Delgado, y otros reconocidos panistas como Chuy Ramírez Rangel; Oscar Mohamar Dainitín; Héctor Horacio Dávila; y Miguel Ángel Wheelock. Este grupo de disidentes y adoloridos panistas son los que ahora van a respirar por la herida. Eso de dejar inconformes a miles de panistas de las diversas regiones de Coahuila, se verá reflejado el domingo 6 de julio ya que podría darse el mismo fenómeno que se dio en la elección para alcalde de Torreón en donde miles de panistas resentidos en contra de Don Memo y grupo político, simplemente no salieron a votar. En fin.