viernes, 4 de diciembre de 2015

LETY NO, VILLEGAS SÍ



A la báscula
Consummatum Est
Julián Parra Ibarra
Un escueto comunicado publicado en su portal de Internet, con apenas seis cortos párrafos, fue suficiente para que se consumara una severa puñalada a la gente de la Comarca Lagunera –la que hace seis años inclinó la balanza para que Jorge Herrera se hiciera de la gubernatura que perdió en su ‘territorio natural’-, que acariciaba más que nunca la posibilidad de tener a un gobernador lagunero–gobernadora en este caso- por primera vez en la historia de Durango. 



El golpe en contra de los laguneros es demoledor, al mismo tiempo que humillante: arrebataron mediante el tradicional ‘madruguete’ priista, la posibilidad de que Leticia Herrera Ale se convirtiera en la primera gobernadora de la entidad, y al mismo tiempo que Juan Ávalos Méndez –una dupla que se antojaba sumamente interesante- llegara a la alcaldía de Gómez Palacio. El argumento con el cual pretenden amortiguar el severo golpe contra La Laguna más que convincente, resulta humillante: Que Lety Herrera será la candidata a la alcaldía gomezpalatina, pero ceden esa posición no por la generosidad ni del gobernador Herrera Caldera ni del PRI duranguense y nacional, sino porque la necesitan para que se convierta en la red de protección para el candidato oficial, Esteban Villegas. ¿Se imagina usted la candidatura de Villegas sin la red de protección en que se convierte Lety Herrera en La Laguna? Si Jorge Herrera Caldera ganó hace seis años la gubernatura gracias al voto de los laguneros. El sistema necesita a Lety Herrera para tener el voto de los herreristas en La Laguna, y que Villegas se convierta en el sucesor de su padre político. El problema ahora es que la ilusión de que la Senadora lagunera se convirtiera en la candidata del PRI primero, y enseguida la primera gobernadora lagunera, levantó una enorme expectativa no sólo entre los laguneros –aunque sí principalmente-, sino en todas las regiones del estado incluyendo Durango capital, que hoy la irritación, el enojo y la impotencia que dejó lo que muchos consideran una traición del priismo nacional, se convirtió de manera simultánea con el anuncio de que Esteban Villegas era el candidato ‘de unidad’, en el trampolín desde el que José Rosas Aispuro Torres ‘El Güero’ podría catapultarse hasta la gubernatura del estado, camino que –paradójicamente- se ha encargado de pavimentarle su rival por la gubernatura de hace seis años. 


 Lety había logrado algo que no cualquier político tiene la capacidad ni la simpatía para poder alcanzar, y que es despertar a la ‘masa’; la gente estaba entregada, entusiasmada, ilusionada desde el lanzamiento de su ‘#YoSíQuiero’. Ahora el problema es que la masa ha rebasado a quien podría en un momento dado controlarlos o guiarlos. La irritación de la masa se dejó sentir de inmediato a través de las redes sociales, que está convocando ahora a redireccionar el sentido de su voto en favor del panista Rosas Aispuro, en una clara demostración de la animadversión que ha generado la imposición centralista, y la figura misma del alcalde duranguense. ¿Habrá realizado bien los cálculos Manlio Fabio Beltrones o se dejó presionar –e impresionar- por el gobernador Jorge Herrera Caldera? ¿Le habrá dicho el gobernador y sus delegados local y regional lo que la designación de Esteban Villegas podría representar para el PRI? ¿Sí le plantearon aunque fuera como lejana la posibilidad de que por primera vez en la historia llegue a la gubernatura un candidato propuesto por un partido distinto al PRI? ¿Estará consciente Manlio Fabio Beltrones que le acaba de dar una puñalada a la mujer que mejores resultados le podía entregar en las elecciones de las entidades donde se renuevan gubernaturas el año entrante, para que se pudiera colgar la medallita de la equidad de género? ¿Tendrá claro que el más agradecido con la designación de Villegas es José Rosas Aispuro? La puñalada ha sido ya asestada. La decisión, anunciada por el PRI. Pero también a muchos duranguenses y particularmente a los laguneros, les queda el amargo y terrible sabor de que el PRI nacional y su presidente Manlio Fabio Beltrones los ha traicionado. La designación de Esteban Villegas como candidato deja una cosa bien clara: el enorme desprecio por La Laguna y sus habitantes a los que sólo se les ve como una fábrica de votos, pero que no se merecen más que de la capital les sigan arrojando escupitajos…o cuando mucho migajas.  Pero una cosa es ser candidato por imposiciones, y otra muy distinta llegar a la gubernatura. Porque eso no lo deciden los ‘padrinos mágicos’, sino los ciudadanos. En las urnas.
laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba


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