miércoles, 1 de diciembre de 2010

PERFIL MUNICIPAL
rocío arenas

El criterio que estableció el alcalde para el análisis de su gobierno parte de dos premisas: lealtad y resultados. Al paso del primer cuarto de su gestión ha decidido hacer los ajustes necesarios para mejorar el desempeño de su administración

CAMBIOS, CAMBIOS.- Estimados lectores, con la llegada de su primer informe de gobierno, Eduardo Olmos Castro también tiene el regalo de navidad adelantado para varios de sus funcionarios de primer nivel. Se habla que después del informe de gobierno a celebrarse allá por el día quince del mes entrante, el alcalde Olmos dará importantes anuncios en el sentido de quien se mueve de área, quien se queda en su secretaría y los que se tiene que ir. Ahora bien, dichos ajustes ---también los podría hacer--- antes de que rinda su primer informe de labores. Los que se van estarán en dos grupos: Los que serán seleccionados para que acompañen al gober en su campaña por la dirigencia del PRI; el otro, son aquellos que fallaron, que no pudieron cumplir las expectativas del alcalde. Decir ahora quien se va y quien se queda, sencillamente sería especular, aunque a estas alturas del partido ya es mucho el ruido que se hace y los nombres que se barajan y se mencionan con insistencia son Pablo Chávez, Miguel Mery, Armando Cobián, Esteban Favela, Lauro Villarreal, Fernando López, Arturo Lozano, entre otros… Muchos son los cambios que necesita el gobierno de Torreón para mejorar su desempeño, pero el primero de ellos debe suceder (ya sucedió) en la actitud del alcalde y creo que ya lo estamos viendo. Es necesario que el ayuntamiento mejore su desempeño en la administración, en la operación y en el manejo financiero; que la promoción del desarrollo social y económico sea real, que las obras existan y se ejecuten y que la relación política de la administración con las diferentes fuerzas sociales y partidistas mejoren. Pero aún antes que eso es urgente que Eduardo Olmos se de cuenta de lo que ocurre en su gobierno. Así pues, a mediados del próximo mes, el presidente municipal de Torreón deberá rendir su primer informe de labores y la duda que muchos tienen (tenemos) es ¿Qué va a informar? Nos consta el esfuerzo personal que hace Lalo para sacar adelante la ciudad, pero también vemos que su gabinete no le ha seguido el ritmo, simula y no se compromete. Lo bueno de todo esto, es que seguramente no tendremos que esperarnos hasta que llegue el primer informe para dejar a un lado las especulaciones sobre los cambios en el gobierno municipal.Esperemos que se cumplan los tiempos y que después del informe ---o antes--- seamos testigos de las cabezas que rodarán por las escaleras del palacio municipal. Suponemos que el alcalde Eduardo Olmos dejó en claro que estos no son los únicos cambios, ya que si se requieren modificaciones se realizarán, porque lo prioritario es el buen desempeño de la administración y sobre todo, que se atienda eficientemente al ciudadano. ELECCIONES Y CANDIDATOS.- Cada tres y seis años como siempre llegan puntualmente las elecciones y también, como siempre, la ciudadanía se lleva cada sorpresa al percatarse de la forma tan ruin que organizan y se organizan cada uno de los grupos políticos en el poder para nominar a los candidatos en las diferentes posiciones como ahora en la ya cercana jornada electoral, es decir; como no hay otras personas que tengan los méritos suficientes, pues ya se escuchan y se leen algunos nombres en los medios; entre ellos está Antonio Juan Marcos, Román Alberto Cepeda y para cubrir la equidad de género se menciona a la profesora Blanca Maltos, estos por el PRI. Como dicen, primero las damas, la gran familia priista se pregunta qué méritos tiene la señora profesora para alcanzar a ser nominada como candidata a una diputación local, cuál es el resultado de la talacha que ha hecho para el partido y que deja por los suelos a mujeres como Flor Rentería, Norma González, Sofía Camil, Lucrecia Martínez y otras mujeres verdaderamente identificadas con el priismo y no simples advenedizas y arribistas que se quieren colgar de las siglas del SNTE cuando todo el mundo sabe que los profesores son panalistas, tal vez no recuerden cuando se encapricharon los del PRI en nominar como candidato al profesor Gerardo “el agonías” Alba Castillo, ex secretario de la Sección 35 a diputado y que perdió estrepitosamente por tres a uno a manos del panista Carlos Bracho, qué no tienen memoria, en fin, parece que no.En el caso de la presidenta de la Organización de Mujeres Priistas Flor Rentería, la regidora Blanca Maltos y Norma González, que dicen son las que tienen mayor posibilidad. Veamos, la primera, entregada totalmente a sacar adelante el trabajo encomendado por el Presidente del partido, mientras que la segunda le ha dado más importancia a su nuevo proyecto político, porque ya se sueña despachando en “El manchao” y que anticipadamente ya se apuntó para candidata a la diputación o por lo menos así se lo han hecho creer; pudiera ser también que un distinguido priista le haya ofrecido la candidatura y dejar a las demás mujeres ---con mayor presencia--- chiflando en la loma, de todas formas no hay que menospreciar a una Norma González quien dicho sea de paso ha hecho una labor relevante en Cultura y que no desconoce las cuestiones políticas.Con respecto a don Antonio Juan Marcos y don Román Alberto, las malas lenguas dicen que el primero será de nueva cuenta diputado gracias al poder económico y el segundo a su parentesco con el cardenal Onésimo Cepeda, será cierto? La vox populi se pregunta: qué no acaban de ser diputados locales? No hay otros priistas connotados que quieran? A lo mejor no, veremos y diremos…

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