Algo
que vale la pena contar
Alberto
Boardman
"El
último baile de Charlot"
"Es la Nochebuena de 1971. Un hombre
de ochenta y dos años enciende la luz de un cuarto. Sentada en un sillón junto
a la ventana, envuelta en su manto, está la Muerte..."
Son las primeras líneas del actual libro que me estoy zampando, "El último baile de Charlot". La
grabación del "Encuentro con la historia" número 73 de la serie, la
dedicamos a Charles Chaplin. Y sin duda, amén del gran talento artístico del
inolvidable actor, su propia vida resulta de sobremanera interesante. Así que
cuando leí el título del libro, inmediatamente pensé en el personaje clásico de
Chaplin: "Charlot". Ese famoso vagabundo refinado, caballero
antagónico de pobreza elegante, ataviada con un picaresco sentido del humor. Y
efectivamente no me equivoqué, porque precisamente la novela es una especie de
diario, contado en primera persona por el mismísimo Chaplin, que busca dejar a
su último y más pequeño hijo, las memorias que por su avanzada edad, quizá ya no
podrá contarle de su propia voz. Es un libro que vale la pena leer, disfrutar y
después reflexionar. Charles Chaplin
murió la madrugada de un día de Navidad, el 25 de Diciembre de 1977 a los 88
años. Sin embargo, la propuesta de la novela que referimos, imagina un primer
acercamiento de Chaplin con la Muerte seis años atrás, cuando el hijo de
Charles, de nombre Christopher, contaba apenas con 9 años. La Muerte llega
entonces advirtiendo a Chaplin que es tiempo de que le acompañe, pero el famoso
actor se las ingenia para hacer un trato: si logra hacerla reír, la Muerte le
concederá un año más de vida, y cada año repetirá la prueba consecutivamente.
Con esta fórmula, Chaplin logra entonces seis años más de existencia, tiempo
que aprovecha para escribir sus memorias como legado a su descendiente. El
recurso literario medular es típicamente familiar, "Fausto" de
Goethe, "Macario" de Bruno Traven, sin embargo la narración del autor
siciliano, Fabio Stassi, es amena, ligera y expresiva, pero sobre todo reflexiva.
Desde mi muy personal opinión, como todo buen libro me ha provocado algo: un
sabor de lectura a dejo de introspectiva. Famosos y desconocidos tenemos una
certeza, la de morir cualquier día. Finalmente no existe acuerdo que valga
contra esa determinación fatídica. Pero mientras tanto, ¿Qué hemos dejado de
contar, que valga la pena legar? y prácticamente ¡gratis! sin necesidad de
algún pacto, salvo quizá... más que con nosotros mismos. Somos lo que hemos
leído y esta es, palabra de lector. radioelitesaltillo@hotmail.com